La Educación Física contribuye a la formación integral de los niños, propiciando de modo intencionado y sistémico la construcción de saberes corporales, motrices, lúdicos y relacionados con la finalidad de enriquecer la relación del sujeto consigo mismo y con los otros. El niño, en la interacción con el ambiente, va desplegando sus habilidades de movimiento y avanzando hacia la conquista de su disponibilidad corporal. Se dicta un estímulo semanal.
«La modalidad en que se lleve a cabo la práctica de la Educación Física debe ser esencialmente lúdica (a través del juego) para promover una interacción abierta entre los niños, creando una atmósfera cálida, alegre y afectuosa».
Fragmento extraído del Diseño Curricular para la Educación Inicial de la Pcia. de Buenos Aires.