Compartimos imágenes de las actividades realizadas hoy en nuestro colegio. Asimismo, les hacemos llegar las palabras del cierre:
Como vimos en esta jornada, el humor puede ser provocado a través de cuentos, en el caso de 1er año, con adivinanzas y colmos como lo hizo 2do año, con juegos de mesa tal como ocurrió en tercer y cuarto año, a través de la escritura y lectura de textos absurdos, en el caso de 5to año o explorando la sátira y los juegos de palabras, como experimentó 6to año. Lo que nos queda claro es, como dijo Silvia Schujer, que el humor obliga a trabajar al lector poniéndolo en una posición activa, a partir de una situación de placer como es la risa; el humor nunca es llano, siempre requiere y estimula una cierta rapidez intelectual. El texto humorístico instala asimismo una especie de complicidad con el lector parecida a la de dos amigos que elaboran códigos comunes para reírse de lo que los agobia. El humor tiene un efecto de “causa común” con el lector, ya que la identificación se da entre éste (el lector) y el discurso que se ríe de las fallas o de la estupidez del mundo. Hoy, todos, de alguna manera u otra, nos conectamos con el humor, con la risa, con esa sensación en el cuerpo, una sonrisa, una carcajada. ¿Notaron que la risa nos une? Nos hace más bellos, más amables, más libres, menos acartonados. Tomo esta observación para pensar junto con ustedes, formas nuevas de convocar el humor en nuestra escuela, de sumarlo a nuestras aulas como un recurso que nos permite descontracturar, mirar con otra perspectiva, sentirnos más humanos, armar redes. Con esta maratón quisimos recuperar eso: frenar un ratito de la rutina, reencontrarnos, mirarnos y reír, que tan bien nos hace. A mí me parece que si nos reímos mirándonos a los ojos, algo muy bello puede ocurrir: conocernos desde el alma.
Toda esta magia fue posible gracias a los estudiantes que se comprometieron con alguna actividad: hacer memes, decorar la escuela con chistes, representar un acto en el escenario… pero también la ayuda de los profes, los directivos y de los preceptores fue clave: siempre con una sonrisa apoyan cada proyecto brindando sus ideas y su predisposición: eso es un equipo.
¡sigamos riéndonos juntos!
